En Los Descendientes (2011) el realizador se fue hasta Hawai para dirigir a George Clooney, el resultado fue exitoso, con varias nominaciones y un Oscar por Mejor Guión Adaptado. La atmósfera que logró entre padre e hijas, junto a las amistades y la familia, fue acorde con sus fines de mantener la risa y la tristeza en puntos equilibrados. Es de esas cintas que no puedes catalogar simplemente de Drama o de Comedia.
En esa oportunidad, Payne manifestó su interés por las locaciones y el peso que les da dentro de la historia, le pareció interesante que en Los Descendientes se tratara de grandes propietarios de la isla. "Desde un punto de vista cinematográfico me gusta que las películas se identifiquen con un lugar. Un lugar concreto", dijo.
Parece natural entonces que haya decidido volver a su natal Nebraska para filmar su más reciente producción, protagonizada por Bruce Dern, Will Forte y Bob Odenkirk. Cuenta el relato de un padre de avanzada edad que viaja junto a su hijo para buscar un premio económico ficticio, y en el camino hacia ese destino se topan con su pueblo de origen, donde se detienen y se reencuentran con personajes del pasado.
Payne tiene bajo la manga sus demostradas habilidades como guinista (Oscar por Entre Copas), otro punto a favor para concentrarse en la sustancia de la historia, en lo que finalmente se recuerda luego de ir al cine: la esencia. Toca esperar el estreno en la cartelera nacional.
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