Prisoners: Hugh Jackman como el padre capaz de todo

Las películas llegan tarde a Venezuela. Cuántas veces no hemos dicho o escuchado esa frase, esa oración tan angustiante para los seguidores del cine. Ya es costumbre esperar por cintas que medio mundo ha visto y celebrado, sin embargo cada tanto, llega a la gran pantalla nacional una oferta que sirve para disipar los fulgores de la ausencia.

Este semana acudimos a la sala oscura para ver Intriga (Prisoners), un thriller dirigido por Denis Villeneuve. El canadiense elabora una historia donde los personajes van evolucionando y mostrando sus capas emocionales en medio de la tragedia. En este caso se trata del secuestro de dos niñas, las pequeñas Anna Dover y Joy Birch, que desaparecen la tarde de acción de gracias.

Keller Dover (Hugh Jackman) es el primero en caer en desesperación con el paso de las horas y la liberación del único sospechoso hasta el momento: Alex Jones, un papel de aparente psicópata que calza a la perfección con el actor Paul Dano. Dover está acostumbrado a ser el protector de su familia, siempre bajo la premisa: "Reza por lo mejor y prepárate para lo peor".

Desde el comienzo conocemos a este padre de familia, religioso y comprometido, que poco a poco muestra sus sombras y debilidades. Franklin Birch (Terrence Howard) también ha sido despojado de su hija menor pero mira con recelo las acciones de su amigo, sin embargo, al igual que su esposa (Viola Davis) guarda silencio ante actos atroces que no terminan de sentirse correctos a pesar del delito que se ha cometido en primer lugar con las infantes.

El misterio crece y se mantiene a medida que pasan los minutos, se extiende una línea tensa que va agregando interrogantes mientras las pistas para resolver el misterio se van develando. Jake Gyllenhaal como el detective Loki me pareció convincente, aunque su investigación no es el centro de la trama, ni mucho menos. Sus entradas a escena van complementando el drama familiar con las pinceladas detectivescas necesarias, sin lucir forzadas.

Quedaron las ganas de disfrutar mayor participación de Dano, pero su personaje no permitía más. La fotografía, sonido y banda sonora acertaron para dar el tono correcto a la atmósfera sombría y escurridiza. Queda seguir prestando atención a las creaciones de Villenueve, que desde Incendies ha puesto el ladrillo para mantenerse en la escena artística mundial.