sábado, 1 de marzo de 2014

Las distracciones de American Hustle

David O. Russell se ha venido ganando un peso en la industria cinematográfica de Estados Unidos. Desde El lado bueno de las cosas, que lo catapultó en sus pretensiones de ser reconocido por público y expertos en iguales niveles, parece que la suerte lo ha tocado.

Este año American Hustle es una de las producciones con mayor número de nominaciones a los premios Oscar -con nueve- incluyendo las cuatro interpretativas y la máxima como Mejor Película.

La historia está ambientada en los años 70, donde el estafador Irving Rosenfeld (Christian Bale) junto a su asistente y amante Sydney Prosser (Amy Adams) caen en el juego de un agente del FBI (Bradley Cooper) que quiere atrapar a varios congresistas corruptos de Nueva Jersey.

La comedia negra es un juego de estrategias, a veces descabelladas, y personajes que establecen relaciones amorosas entre ellos sin respetar ningún canon de conducta que los salve de parecer locos. Por un momento la historia es confusa, por la cantidad de personajes y tramas involucradas en la operación policial, sin embargo el guión original de O. Russell salva gran parte de su desarrollo.

Las actuaciones son estupendas, es resaltante el sexy papel que encarna Amy Adams, más que por sus escotes pronunciados, por su compromiso con el personaje, que además de tener todo un arsenal de miradas y movimientos letales, es inteligente y parte central de todo lo que sucede en la trama. Bale vuelve a dar una lección de actuación, aunque los kilos que tuvo que aumentar y su pronunciado estómago hacían un poco de ruido y distraían sin necesidad.

Los roles secundarios de Bradley Cooper y Jennifer Lawrence como la esposa de Irving, Rosalyn, tienen su espacio para brillar. El primero es explosivo y ambicioso, por lo que sus objetivos lo llevan a no mirar a los lados hasta lograrlos. Sus rizos son desconcertantes, por decir algo, pero bueno, son los 70. Lawrence se come la pantalla en sus pocas apariciones, como una ama de casa desequilibrada y exagerada, es favorita para ganar la estatuilla nuevamente.

Teniendo todo eso a su favor, la laca, lentejuelas, las botas acampanadas y las permanentes empastelan toda una puesta en escena que al final se come a la película. O Russell es el querido por la Academia y el público, pero creo que hay algo sospechoso en él que hace que espere más sustancia y menos parafernalia.


Nominaciones a los Oscar:

Mejor Película
Mejor Director: David O. Russell
Mejor Actriz: Amy Admas
Mejor Actor: Christian Bale
Mejor Actriz de Reparto: Jennifer Lawrence
Mejor Actor de Reparto: Bradley Cooper
Mejor Guión Original: David O. Russell
Mejor Montaje
Mejor Diseño de Vestuario

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