Este año es el turno de Nebraska, una producción hermosa y conmovedora de Alexander Payne, que pasa suave como una brisa gracias a la brillante actuación de Bruce Dern, sin dejar de lado a June Squibb, quien nos hace reír en cada pasaje que la tiene como protagonista en pantalla.
El realizador de Los Descendientes quiso irse a su estado natal en Estados Unidos para contar la historia del viaje que inician un padre y su hijo para buscar un premio que no existe y que los termina llevando al pueblo natal del primero, a reencontrarse con viejos conocidos y recuerdos.
El sentido del humor es importante para Payne, y el realizador ha mostrado su habilidad para integrarlo de una forma sutil e inteligente. En Nebraska es muy natural el tratamiento que se le da a temas como la vejez y las relaciones entre padres e hijos, creo que allí está la base de su credibilidad y realismo.
Dern brilla interpretando a Woody Grant, un personaje con pocos diálogos y que la mayoría del tiempo parece estar encerrado en sus propios pensamientos o simplemente en blanco. Conocemos algunas cosas de él a medida que los otros personajes sueltan pistas de su pasado, pero sólo es de su propia voz cuando le confiesa a su hijo David (Will Forte) por qué es que desea tanto ese millón de dólares. Su respuesta es una de las escenas más conmovedoras de la película.
Con los Oscars cada año se reafirman los favoritos que van protagonizando la temporada de premios, por eso siempre repito conforme que ya los nombres de intérpretes están cantados. Pero una grata sorpresa sería el galardón a Squibb como Mejor Actriz de Reparto.
Agradezco estas historias sin tantos adornos, sin tanto ruido, volviendo a la raíz de todo: las emociones y la vida.
Nominados a los Oscar:
Mejor Película
Mejor Director: Alexander Payne
Mejor Actor: Bruce Dern
Mejor Actriz de Reparto: June Squibb
Mejor Guión Original: Alexander Payne
Mejor Fotografía: Phedon Papamichael
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