Para ver una película de Martin Scorsese hay que partir de la premisa de que sus cintas son largas. Así de sencillo. Se desliga de la mayoría de los realizadores actuales que se manejan entre la hora y media y las dos horas. A él no le interesa si el espectador querrá quedarse durante todo ese tiempo frente a la pantalla.
Una vez tomado en cuenta este punto partimos en un viaje obsceno, desmedido y vertiginoso, guiado por un brillante Leonardo DiCaprio al que cada vez se le nota más cómodo haciendo dupla con el creador de Taxi Driver. Se trata de su quinta colaboración y una de sus mejores actuaciones (premiada con la nominación al Oscar como Mejor Actor).
Esta vez se encarga de interpretar a Jordan Belfort, un corredor de bolsa que tras el lunes negro en Estados Unidos pierde su licencia y debe rebuscarse en el mundo de las ventas. Forma una pequeña compañía para vender acciones de negocios de poco prestigio, junto a sus amigos traficantes de marihuana y otras sustancias.
Lo que viene es perversión pura. El dinero se mueve entre kilos de drogas, prostitutas y fraudes. Pecados de la carne: la avaricia, la lujuria y la mentira, un coctel servido en secuencias llenas de electricidad y movimiento, copas y pipas a reventar. Cada una de ellas va sucediendo consecutivamente sin que existan momentos de "descanso" o disminución de la velocidaad, el ritmo se mantiene durante las tres horas que dura el film.
Scorsese saca el jugo a sus personajes, Jonah Hill como Donnie Azoff acompaña a Belfort en sus andanzas, y se convierte en un personaje depravado e inmaduro, que va creciendo desde sus frustraciones hasta llegar a la borrachera de la riqueza y los excesos. El personaje le valió la nominación al Oscar como Mejor Actor de Reparto y merecido, con todo y sus dientes postizos.
La intervención de Matthew McConaughey es también una pequeña joya de 10 minutos, como Mark Hanna, el jefe de DiCaprio, quien le concentra en un corto listado de consejos lo que debe hacer para sobrevivir en la bolsa, básicamente: drogas y prostitutas.
La fiesta y la resaca de "Marty" es épica, de alcances monumentales. A medida que transcurre la película podría contar tres escenas en las que hubiera puesto el punto y final, sin embargo la música continúa de manera casi desproporcionada. Le faltó trabajo a la edición del material, pero cada plano y cada secuencia está lograda con una estética propia y adecuada.
Esta fue para portarse mal y se la perdonamos.
Nominaciones a los Oscar:
Mejor Película
Mejor Director: Martin Scorsese
Mejor Actor: Leonardo DiCaprio
Mejor Actor de Reparto: Jonah Hill
Mejor Guión Adaptado: Terence Winter
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